
En marketing digital, los números están por todas partes. Informes llenos de gráficos, dashboards coloridos y métricas que suenan muy bien en una presentación. Pero… ¿cuántas de esas cifras están conectadas con resultados reales de negocio?
En 2025, seguimos midiendo mucho, pero no siempre medimos bien. Por eso, toca revisar qué métricas aportan valor y cuáles solo generan una falsa sensación de éxito.
Tabla de Contenidos
El espejismo de las métricas vacías
“+250.000 impresiones en una semana”
“20.000 nuevos seguidores en un mes”
“300% de crecimiento en visualizaciones”
¿Impactante? Sí. ¿Relevante? No necesariamente. Este tipo de cifras pueden parecer logros, pero si no se traducen en acciones concretas (clics, leads, ventas), están decorando un informe, no guiando una estrategia.
Más datos no siempre es mejor. Medir por medir puede llevar a decisiones ineficientes y presupuestos mal asignados.
¿Qué es un KPI decorativo?
Son esos indicadores que lucen bien pero no conectan directamente con los objetivos de negocio. Los más comunes:
- Número de seguidores.
- Alcance potencial.
- Reproducciones sin interacción.
- Likes por publicación.
Estas métricas pueden ayudar a medir visibilidad, pero no sirven para evaluar rentabilidad ni contribución real al crecimiento.
Las consecuencias de caer en esta trampa
Según un informe de Google («The Effectiveness Equation»), las empresas que se obsesionan con demasiados KPIs o con métricas erróneas sufren:
- Dispersión de foco: campañas orientadas a alimentar cifras, no resultados.
- Confusión algorítmica: los sistemas de puja pierden eficacia al recibir señales contradictorias.
- Fatiga analítica: los equipos dedican más tiempo a justificar informes que a tomar decisiones accionables.
Las métricas que sí tienen sentido (y cuándo usarlas)
Cada fase del funnel y cada objetivo requieren indicadores distintos. Aquí algunas métricas realmente útiles:
Si el objetivo es tráfico web:
- Clics en el enlace
- CTR (tasa de clics)
- Duración media de sesión
Si se busca conversión:
- Leads cualificados
- Ventas directas
- CPA (Coste por adquisición)
Si el foco es marca y comunidad:
- Menciones cualitativas
- Tasa de engagement real (no solo likes)
- UGC o contenido generado por usuarios
Regla básica: cada KPI debe permitirte tomar una decisión. Si no lo hace, no es útil.

Cómo evitar caer en la trampa de los KPIs bonitos.
- Define objetivos claros desde el inicio. ¿Buscas alcance? ¿Leads? ¿Validación de producto?
- Elige KPIs accionables y relevantes. No los que quedan bien en el PowerPoint.
- Evita la inflación de métricas. No confundas volumen con valor.
- Aporta contexto. ¿Ese CTR es bueno? ¿Mejor que el mes pasado? ¿Por debajo del benchmark?
- Complementa lo cuantitativo con cualitativo. El tono de los comentarios, el tipo de menciones o el feedback directo también son señales potentes.
El rol del equipo: alinear marketing y negocio
Uno de los errores más comunes es la desconexión entre departamentos: marketing mide “engagement” y finanzas espera “retorno”.
La solución: establecer un sistema de KPIs compartido, con indicadores comprensibles y útiles para ambos lados.
Un KPI no debe ser solo visualmente atractivo. Debe servir para tomar decisiones que generen valor.
Conclusión
Nosotros lo tenemos claro: los KPIs no son el problema. El problema es usarlos de forma incorrecta.
Medir por medir genera ruido. Medir con intención, genera impacto.
Y en 2025, avanzar no consiste en presentar más slides… sino en tener la claridad para saber qué cambiar, qué repetir y qué descartar. Porque al final del día, lo que importa no es impresionar, sino transformar.